Todo lo que sube, baja

Todo lo que sube, baja

Día 75. Escalar: “subir, trepar por una gran pendiente o una gran altura” (Diccionario de la Lengua Española).

Desescalar: ¿caer en picado? Resulta que la palabra no existe (véase el mentado diccionario de la RAE), así que cada cual hace su particular versión -como ocurre con el uso de guantes y mascarillas, como ocurre con la distancia de seguridad, como ocurre con los ERTE y con los despidos, como ocurre con los protocolos para sentarse en un bar, como ocurre con lo de subirse al avión cuando sospechas que estás enfermo- de este término.  

Escalar: “subir, no siempre por buenas artes, a elevadas dignidades” (Diccionario de la Lengua Española).

Desescalar: ¿bajar, no siempre con buenas artes, hasta lo más profundo de la indignidad? Esta versión se la dejo a los que protagonizan las portadas de los periódicos, amplificadas aquí y allá: políticos marrulleros y sus acólitos, empresarios sin escrúpulos, pillos de tres al cuarto. En fin, gente que no merece más líneas en este espacio, no sea que tenga que desinfectarlo o mandarlo al patio.

Escalar: “entrar en una plaza fuerte u otro lugar valiéndose de escalas” (Diccionario de la Lengua Española).

Desescalar: valerse de esa u otra escala, pero por favor, usarla (una escalera, una cuerda, con su graduación, con sus paradas y la velocidad recomendada) para salir del encierro, de la casa, de las restricciones, de la enfermedad, del miedo, de la crisis económica, de la libertad vigilada, de la debacle o de lo que haga falta.

Esta definición la compro, o más bien se la vendo, a quien se inventó la palabrita de marras. Qué digo, la regalo, con una buena infografía para pegar en la nevera y una tabla llena de numeritos como fondo de pantalla para quien se haya olvidado del motivo por el que un buen día escalamos, a toda prisa, hasta nuestras casas.

(Manolo Benítez trae este bello tema para escalar bien despacito).

 

 
¿Habrá que acostumbrarse?
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